Como cuidadora profesional en Málaga, he acompañado a muchas personas mayores en diferentes etapas de su vida. A menudo, una de las dificultades más comunes que observo es la ansiedad, una emoción que puede afectar profundamente su bienestar físico y emocional. En este artículo quiero compartir contigo —como familiar que se preocupa por el bienestar de sus mayores— cómo identificar, entender y aliviar la ansiedad en ellos con estrategias prácticas y sencillas.
¿Por qué los mayores pueden experimentar ansiedad?
La ansiedad en personas mayores no siempre se presenta igual que en adultos jóvenes. Puede manifestarse a través de síntomas físicos como palpitaciones, dificultad para dormir, falta de apetito o molestias digestivas, pero también mediante conductas emocionales: irritabilidad, tristeza, miedo excesivo o aislamiento.
Existen varias causas que pueden desencadenar ansiedad en la tercera edad:
- Pérdida de autonomía: no poder realizar tareas que antes eran simples puede generar frustración.
- Cambios de salud: diagnósticos médicos, dolores crónicos o tratamientos prolongados afectan la estabilidad emocional.
- Duelo y soledad: la pérdida de amigos o pareja, o el distanciamiento familiar, puede generar sentimientos de vacío.
- Cambios en la rutina: mudanzas, nuevos cuidadores o adaptaciones del hogar también pueden ser fuente de estrés.
Entender el origen de esa ansiedad es el primer paso para poder gestionarla de forma adecuada.
Señales que indican ansiedad en una persona mayor
A veces, los mayores no saben cómo expresar lo que sienten o lo minimizan. Por eso, es importante que, como familiar, observes con atención si aparecen estos signos:
- Dificultad para dormir o insomnio constante.
- Falta de apetito o cambios bruscos en la alimentación.
- Quejas físicas frecuentes sin causa médica clara.
- Irritabilidad o cambios de humor repentinos.
- Aislamiento o negativa a participar en actividades habituales.
- Repetición de preguntas o pensamientos obsesivos.
Si detectas algunos de estos comportamientos, puede ser el momento de actuar y ofrecer un entorno más seguro y tranquilo.
Técnicas simples para reducir la ansiedad en mayores
La buena noticia es que existen muchas estrategias sencillas y efectivas que pueden ayudar a calmar la ansiedad, tanto de manera natural como a través de la rutina diaria. Te comparto algunas que aplico a menudo con mis pacientes y que puedes poner en práctica fácilmente.
1. Crear una rutina estable
La previsibilidad da seguridad. Saber qué ocurrirá a lo largo del día ayuda a reducir la incertidumbre, una de las principales fuentes de ansiedad.
Intenta mantener horarios fijos para comer, descansar, pasear y realizar actividades recreativas. No hace falta que sean jornadas rígidas, pero sí coherentes.
2. Fomentar la respiración consciente
Las técnicas de respiración profunda son una herramienta maravillosa para calmar la mente. Enséñale a tu familiar a inhalar lentamente por la nariz, mantener el aire unos segundos y exhalar despacio por la boca.
Hazlo junto a él o ella durante unos minutos cada día. Además de reducir la tensión, mejora la oxigenación y el bienestar general.
3. Escuchar con empatía
A veces, lo que más necesitan los mayores es sentirse escuchados sin juicios. Dedica unos minutos al día a conversar con calma.
Permitir que expresen sus miedos o recuerdos sin intentar corregirlos puede aliviar gran parte de la ansiedad. El simple acto de sentirse comprendidos tiene un poder terapéutico inmenso.
4. Incorporar actividad física suave
El movimiento ayuda a liberar endorfinas, las llamadas “hormonas de la felicidad”. Pasear al aire libre, hacer estiramientos o practicar ejercicios adaptados mejora tanto el cuerpo como la mente.
En Málaga tenemos la suerte de contar con un clima privilegiado: aprovechar los paseos al sol o en la playa puede marcar una gran diferencia.
5. Promover la estimulación mental
Mantener la mente ocupada es esencial. Juegos de memoria, lectura, manualidades o incluso cocinar juntos pueden reducir la ansiedad.
Estas actividades aportan una sensación de logro y mantienen activa la mente, reduciendo el espacio para pensamientos negativos o repetitivos.
6. Cuidar la alimentación
Una dieta equilibrada influye directamente en el estado emocional. Evita el exceso de cafeína, azúcares o comidas muy copiosas antes de dormir.
Incluye alimentos ricos en magnesio, omega 3 y vitaminas del grupo B, que contribuyen al equilibrio del sistema nervioso.
7. Música y relajación
La música puede ser una aliada maravillosa. Melodías suaves, canciones de su juventud o sonidos de la naturaleza ayudan a relajar la mente y el cuerpo.
También puedes incorporar masajes suaves o aromaterapia, siempre adaptados a su estado de salud.
El papel del cuidador en la gestión de la ansiedad
Como cuidadora, mi función no es solo atender las necesidades físicas de una persona mayor, sino también acompañar emocionalmente. La ansiedad se alivia cuando el entorno transmite calma, confianza y empatía.
Un cuidador con experiencia sabe reconocer los primeros signos, ajustar las rutinas y crear un clima de serenidad que favorece el bienestar emocional.
Si eres familiar y sientes que te resulta difícil manejar estas situaciones, no te culpes. Es normal. El cuidado de un ser querido puede ser emocionalmente exigente. Contar con apoyo profesional puede marcar la diferencia no solo en la vida del mayor, sino también en la tuya.
Cuándo buscar ayuda profesional
Hay casos en los que la ansiedad persiste o interfiere seriamente en la vida diaria. Si tu familiar experimenta ataques de pánico, llanto constante, agitación o miedo irracional, es importante consultar con un médico o psicólogo especializado en personas mayores.
Un diagnóstico adecuado y un acompañamiento terapéutico pueden prevenir complicaciones y mejorar notablemente la calidad de vida.
En resumen: Calma, comprensión y compañía
Manejar la ansiedad en mayores requiere paciencia, cariño y constancia. Con pequeñas acciones diarias, puedes ofrecer un entorno seguro y lleno de calma. Recuerda que cada persona es diferente: lo que funciona para uno puede no servir para otro. Lo esencial es escuchar, observar y acompañar con respeto.
Y si en algún momento sientes que necesitas apoyo, no dudes en contactar conmigo. Soy Ana Carolina, cuidadora profesional en Málaga, y estaré encantada de ayudarte a crear un plan de cuidados adaptado a las necesidades de tu familiar.
Juntos podemos conseguir que el día a día sea más tranquilo, positivo y lleno de bienestar 🌷




